“ Ni un solo día sin prestar servicio a los demas. ”

Ubicado en la Pampa Bonaerense, el Instituto “Manuel Belgrano” surge a partir del espíritu emprendedor de su fundador, que con intenciones de contribuir a la vida educativa y espiritual de la comunidad pone en marcha un proyecto educativo que creció de manera constante y llega hasta la actualidad. Tradición, historia, fraternidad y valores Cristianos enmarcan a nuestra escuela; y dejan un camino a seguir por las nuevas generaciones.

Al repasar cuáles fueron los motivos que llevaron al Padre Natta a fundar esta institución, es importante considerar que el Instituto “Manuel Belgrano” es creado en el marco de un proyecto educativo que apuntaba al desarrollo académico y espiritual de la comunidad de Tristán Suárez; el mismo incluía varias instituciones de diferentes niveles además de nuestro instituto.

La comunidad de Tristán Suárez crecía y solo estaba la escuela Canale, que en ese momento solo contaba con el nivel primario y alguna escuela rural. Fue así que el Padre Natta vió la necesidad de crear en un primer momento el Jardín de Infantes “La Hormiguita Viajera”; este proyecto se continuó luego con la construcción de los salones para la escuela primaria - que sería el Instituto “Jesús Niño” - obra que se completó en el año 1967 cuando se iniciaron los trámites para obtener la autorización del funcionamiento del nivel secundario. Así que en marzo de 1968 comenzó a funcionar el Instituto “Manuel Belgrano” con dos divisiones de primer año (bachiller y comercial). El sacerdote elige el nombre de Manuel Belgrano para nuestro instituto pues tenía una gran admiración por este prócer.

Al comienzo en 1968, había dos divisiones de primer año, una funcionaba en el turno mañana y otra en el turno tarde. En los años siguientes siguió creciendo hasta completar los cinco años. En 1972, los primeros egresados de bachiller eran 17 alumnos y los de perito mercantil eran 16 alumnos - en la actualidad los grupos de egresados rondan los 50.

En el instituto se han conservado diferentes elementos que dan cuenta de nuestra historia, por ejemplo, toda la documentación referida al funcionamiento del instituto. Se conservan los legajos de todos los alumnos que pasaron y los que actualmente están, registros de asistencia, registros de calificaciones, también los libros de designaciones del personal docente y todos los legajos de los profesores y preceptores que pasaron por esta casa. Aún se conservan las placas de bronce que los egresados regalaban a la escuela para dejar un recuerdo de su paso por las aulas.

La creación del instituto fue fundamental como servicio educativo, aportó a las familias acompañamiento para la educación de sus hijos y su formación integral. Muchos de esos jóvenes que egresaron del instituto se desenvuelven hoy como parte del plantel docente y otros se desempeñan como profesionales en otras ramas; en muchos casos aún se mantienen en contacto con nuestra escuela y envían a sus hijos a recorrer el mismo camino de formación que ellos realizaron en estas aulas.

Autores: Alumnos de 4to 1era y 4to 2da acompañados por la Prof. Ana Gauna